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Euskalkia | Euskara batua

Un gigante, de un solo ojo en la frente y más forzudo que Sansón, vivía en el monte, manteniéndose de ovejas y de carne humana. Una vez, un joven pastor, qué iba al monte en busca de ovejas, halló a ese gigante, que se llamaba Tártalo.

—¿A dónde vas, muchacho?

—En busca de ovejas.

—Vámonos a mi cueva.

Y se fueron a aquella cueva. El muchacho, viendo las cosas que allí había, estaba asombrado y atento: en el llar, un gran caldero colgado, lleno de brazos y piernas humanas. En los rincones, pieles de ovejas y ropas de muchos hombres y mujeres.

—Mete, muchacho, el asador en el fuego y come esa pierna de ahí, pues también tú tienes que ser comido.

El pastor decía entre sí:

—Perderme de una o perderme de otra manera, no me importa.

Mientras tanto, Tártalo estaba roncando y el pastor le metió por el ojo el asador candente y quedó ciego. ¡Qué chillidos y gritos los suyos! El muchacho se escondió entre las pieles de ovejas. Tártalo estaba en la puerta de la cueva, teniendo las piernas entreabiertas. Las ovejas salían fuera por debajo de sus piernas. Tártalo palpaba a cada una en el vello.

—Estoy perdido —se decía para sí el muchacho.

Tuvo una gran idea: el pasar también él vestido de piel de oveja, con el fin de que no le conociera Tártalo. Se vistió así, y al pasar por debajo de las piernas del gigante y a pesar de tocarle en la espalda, Tártalo no conoció quién era.

Para cuando salió de allí, contento, arrojó la piel de oveja y echó a correr. El anillo de Tártalo sabía hablar y le dijo a su amo:

—Tártalo chimenea: ahí va el muchacho.

Tártalo arrojó el anillo y metió en el dedo meñique del muchacho.

—Tártalo chimenea: aquí estoy, aquí estoy.

Tártalo corría tras el muchacho. El muchacho no podía desprender del dedo el anillo delatador. Cortó el dedo meñique con un cuchillo y lo arrojó a un pozo, juntamente con el anillo.

El anillo nuevamente decía:

- Tártalo chimenea: aquí estoy.

Tártalo, arrojándose al pozo se ahogó. Y en adelante vivió aquel pastor como quería.

Manuel Antonio Arruebarrena, de Ataun.